La declaración presentada por un grupo transregional de 45 Estados ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra para expresar su “profunda preocupación” respecto a las graves violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno chino en Xinjiang debe allanar el camino para la adopción de medidas concretas; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional, y ha reiterado su llamamiento para que se lleve a cabo una investigación internacional independiente sobre las graves violaciones de derechos humanos cometidas allí.
“Esta importante declaración presentada por Canadá en representación de 45 países es un aplaudido reflejo de la preocupación internacional creciente ante la evidencia de que se están cometiendo crímenes de lesa humanidad en Xinjiang. Transmite a las autoridades chinas el mensaje fundamental de que no pueden sustraerse al escrutinio internacional”, ha afirmado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Ahora estos Estados deben pasar de las lamentaciones a la acción efectiva para abordar esta situación atroz. Partiendo de esta declaración, los miembros del Consejo de Derechos Humanos deben establecer un mecanismo de investigación internacional e independiente que permita allanar el camino para exigir rendición de cuentas a los responsables de las graves violaciones de derechos humanos cometidas en Xinjiang. No hay tiempo que perder.
“Cuando se cometen crímenes de lesa humanidad, la comunidad internacional tiene el deber de responder con firmeza, sin miedo y sin tratos de favor. Que China sea un Estado poderoso y su gobierno haga todo lo posible por intimidar a quienes lo critican no es motivo para protegerlo de los mecanismos de justicia internacional.
Por desgracia, algunos Estados han preferido no sumarse a la declaración de hoy y, aún peor, varios han decidido usar su plataforma en el Consejo de Derechos Humanos para defender el terrible historial de China. En la práctica, esto contribuye a los esfuerzos —bien documentados— de China para desacreditar a sobrevivientes, familiares de las víctimas y valientes activistas que alzan su voz a costa de un alto precio personal. No deben ceder a las presiones, sino unirse a otros Estados para poner en marcha de una investigación internacional efectiva.”
Con anterioridad a la declaración conjunta presentada ante el Consejo de Derechos Humanos, Amnistía Internacional publicó el 10 de junio un informe histórico, que incluía pruebas convincentes de que China ha cometido crímenes de lesa humanidad en Xinjiang. La declaración señalaba diversas violaciones de derechos humanos documentadas en el informe de Amnistía, como detenciones arbitrarias masivas, vigilancia generalizada, tortura y otros malos tratos, y represión colectiva de minorías étnicas y religiosas.
En su declaración conjunta, los Estados expresaban también su profunda preocupación “por el deterioro de las libertades fundamentales en Hong Kong con arreglo a la Ley de Seguridad Nacional y por la situación de los derechos humanos en el Tíbet”. Un total de 45 países firmaron la declaración, lo que supone un salto considerable respecto a una declaración parecida presentada al Consejo el pasado junio, que sólo habían firmado 28.
Los siguientes Estados firmaron la declaración con antelación a su presentación por Canadá: Albania, Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Belice, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Haití, Honduras, Irlanda, Islandia, Islas Marshall, Israel, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Mónaco, Nauru, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Palaos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, San Marino, Suecia, Suiza y Ucrania.
Información complementaria
El 10 de junio de 2021, el Equipo de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional publicó el informe Como si fuéramos el enemigo en una guerra Internamiento masivo, tortura y persecución por parte de China de personas musulmanas en Xinjiang.
El informe, basado en 20 meses de investigación y que contiene decenas de nuevos testimonios de personas que han estado detenidas, concluye que las minorías étnicas mayoritariamente musulmanas, entre ellas la uigur y la kazaja, sufren de manera sistemática persecuciones, torturas y encarcelamientos masivos organizados por el Estado que constituyen crímenes de lesa humanidad. Asimismo detalla las medidas extremas adoptadas por las autoridades chinas para eliminar de raíz las tradiciones religiosas y prácticas culturales de los grupos de etnia musulmana en la región, y para ocultar la verdad de lo que está sucediendo en la región.
Amnistía Internacional también ha puesto en marcha una campaña con los casos de más de 60 personas desaparecidas que, según se cree, están detenidas en campos de internamiento o cárceles de Xinjiang, para pedir la libertad de todas las personas en detención arbitraria.