Los derechos de las personas migrantes de la UE, abordar el aumento de los crímenes de odio y salvaguardar la Ley de Derechos Humanos deben ser cuestiones prioritarias.
Mientras la nueva primera ministra, Theresa May, toma posesión de su cargo, la directora de Amnistía Internacional Reino Unido, Kate Allen, ha manifestado:
“Confiamos en trabajar con Theresa May sobre una serie de cuestiones de derechos humanos.”
“Hay mucho por lo que preocuparse en el país que Theresa May hereda, y es sumamente necesario que se produzca un giro respecto a los derechos humanos.”
“El trabajo debe empezar hoy mismo. La primera ministra debe marcarse como primer punto del orden del día garantizar que las personas migrantes de la UE pueden quedarse en el Reino Unido y no son utilizadas como moneda de cambio en las negociaciones sobre el Brexit. También debe abordar el reciente aumento de los crímenes de odio, el racismo y la xenofobia, y garantizar que en los discursos políticos no se sigue denigrando a las personas refugiadas y migrantes.”
“Theresa May ha manifestado su compromiso de que Reino Unido siga siendo signatario del Convenio Europeo de Derechos Humanos –cosa que recibimos con sumo agrado–, y ahora debe garantizar que en las negociaciones sobre el Brexit se protegen las salvaguardias clave de derechos humanos, que los derechos humanos vuelven a ocupar un lugar central en la política exterior británica, y que la Ley de Derechos Humanos se salvaguarda aquí, en el país.”