Tras la publicación hoy de un
nuevo informe del Consejo de Europa que concluye que
Polonia no esta previniendo y combatiendo la
violencia contra las mujeres y las niñas, Monica Costa Riba, directora de campañas sobre Derechos de la Mujer en Europa, ha declarado:
“Este informe confirma lo que las mujeres y niñas de Polonia saben perfectamente: que las actitudes profundamente misóginas del gobierno las están poniendo en un riesgo diario de violencia, y que los peligros a los que se enfrentan son cada vez mayores”.
“La falta de protección adecuada a las víctimas de violencia, al unirse a unas leyes obsoletas y una cultura de impunidad y de culpar a la víctima, forman una mezcla explosiva. En lugar de abordar estos urgentes problemas mediante acciones tales como adoptar una definición de violación basada en el consentimiento, los legisladores polacos amenazan con hacer del país un lugar menos seguro para las mujeres y las niñas.”
“Los intentos de algunos parlamentarios de
sustituir elConvenio de Estambul por una nueva ley de ‘derechos familiares’ que restringe la igualdad de género y los derechos LGBTI deben ser rechazados de plano, y debe iniciarse un nuevo capítulo en los derechos de las mujeres.”
“Es hora de proteger a las supervivientes de violencia y reconocer que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación. El gobierno debe cumplir estas recomendaciones y emprender acciones enérgicas para aplicar plenamente el Convenio.”
Información complementaria
El nuevo informe del
Grupo de Expertos en la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (GREVIO), que vigila la aplicación del
Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (Convenio de Estambul), insta a Polonia a reformar todos los delitos sexuales en el
Código Penal para “incorporar plenamente la noción de consentimiento libre y garantizar sanciones adecuadas para todos los actos sexuales que no tengan el consentimiento de la víctima”.
El informe hace hincapié en las
dificultades a las que se enfrentan en Polonia las mujeres que quieren interrumpir un embarazo consecuencia de una violación, a pesar de que la violación es un motivo legal para someterse legítimamente a un aborto en el país. Las mujeres también se enfrentan a obstáculos de todo tipo, incluso para obtener un certificado de la fiscalía que indique la sospecha de que el embarazo es consecuencia de un acto delictivo, además de a dificultades para acceder a información y ser remitidas a servicios médicos que practiquen abortos legales.
Deben introducirse y aplicarse esos procedimientos, incluso cuando los médicos se niegan a practicar un aborto “por motivos de conciencia”.