Antes de la
vista mañana de la apelación del fiscal contra la decisión de absolver a tres mujeres acusadas de “ofender las creencias religiosas” por tener y distribuir unos carteles en los que la Virgen María aparecía representada con un halo con los colores del arcoíris de la bandera LGBTI, Catrinel Motoc, directora de campañas para Europa de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Este caso es representativo de varias tendencias inquietantes contra los derechos humanos en Polonia. No sólo se está reduciendo el espacio para la libertad de expresión, el activismo y la protesta pacífica, sino que el clima de homofobia en el país está empeorando en medio del aumento de los crímenes de odio, la introducción por parte de algunos ayuntamientos de ‘zonas libres de LGBTI’ y los intentos de prohibir las marchas del orgullo.
Es tristemente irónico que un acto de activismo pacífico que trata de poner de relieve estas tendencias haya llevado a tres defensoras de los derechos humanos ante los tribunales y que penda sobre sus cabezas la amenaza de pasar hasta dos años en la cárcel.
Las mujeres ya fueron absueltas por los tribunales en marzo; sin embargo, las autoridades continúan con esta caza de brujas. En lugar de enjuiciarlas por hacer carteles con el arco iris, las autoridades polacas deberían respetar y proteger los derechos de las personas LGBTI, que soportan un clima cada vez más represivo de homofobia promovida por el Estado. Esta apelación suena a hostigamiento e intimidación, y el caso debe desestimarse”.
Información complementaria
En marzo de 2021, Elżbieta, Anna y Joanna fueron absueltas del cargo de “ofender las creencias religiosas”, previsto en el artículo 196 del Código Penal que se les había imputado en relación con el uso de unos carteles en los que la Virgen María aparecía representada con un halo con los colores del arcoíris de la bandera LGBTI alrededor de la cabeza y los hombros.
Fueron absueltas por el tribunal de primera instancia, pero tras una apelación de la fiscalía tienen que volver a comparecer antes los tribunales. La vista está programada el 8 de diciembre de 2021.
El artículo 196 otorga a las autoridades un margen de actuación excesivamente amplio para criminalizar y perseguir judicialmente el ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Es incompatible, por tanto, con las obligaciones internacionales y regionales de Polonia en materia de derechos humanos.
Las autoridades detuvieron a Elżbieta en 2019 después de que viajara al extranjero con responsables de campañas de Amnistía Internacional y abrieron una investigación inicial contra ella en mayo de ese año. En julio de 2020, acusaron oficialmente a las tres activistas, alegando que los carteles “insultaban públicamente a un objeto de culto religioso en la forma de esta imagen que ofendía los sentimientos religiosos ajenos”.
En noviembre de 2020, Amnistía Internacional, la Campaña contra la Homofobia, Freemuse, Front Line Defenders, Human Rights Watch e ILGA-Europa hicieron una declaración pública conjunta instando a la Fiscalía General a retirar los cargos y garantizar que las tres mujeres podían realizar su trabajo de derechos humanos sin sufrir hostigamiento ni represalias.
Más de 275.000 personas se han sumado a la campaña lanzada por Amnistía Internacional para instar a la Fiscalía General polaca a retirar los cargos infundados formulados contra las tres activistas de los derechos humanos.