En respuesta a la
absolución de tres activistas de los derechos humanos que habían sido acusadas en Polonia de “ofender las creencias religiosas” por distribuir carteles de la Virgen María rodeada de un halo con los colores del arcoíris de la bandera del Orgullo LGBTI, Catrinel Motoc, encargada de campañas senior de la Oficina Regional para Europa de Amnistía Internacional, manifestó:
“Estas tres mujeres han sido juzgadas debido simplemente a su activismo pacífico, por cargos que jamás deberían haberse formulado. Han estado expuestas a ser condenadas hasta a dos años de prisión por el simple hecho de defender los derechos LGBTI en el clima de odio y discriminación imperante en Polonia.”
“Distribuir carteles de la Virgen María con un halo arcoíris no debería haberse tratado jamás como delito, así que es absolutamente justo que hayan sido absueltas. Presentar cargos tan absurdos e infundados contra estas activistas pone manifiesto la existencia en toda Polonia de un patrón mucho más general de hostigamiento e intimidación de activistas de los derechos humanos, del que, lamentablemente, forma parte.”
“La absolución de estas valientes activistas de los derechos humanos muestra que su procesamiento no era más que una táctica de intimidación de las autoridades polacas. Las instamos a dejar de utilizar el sistema de justicia pena para atacar y hostigar a defensoras y defensores de los derechos humanos debido simplemente a su activismo.”
Información complementaria
Las tres defensoras de los derechos humanos –Elżbieta, Anna y Joanna– han sido juzgadas por “ofender las creencias religiosas”, en aplicación del artículo 196 del Código Penal, debido a unos carteles en los que la Virgen María aparecía representada con un halo con los colores del arcoíris de la bandera LGBTI en torno a la cabeza y los hombros. Podían haber sido condenadas hasta a dos años de prisión.
Al artículo 196 otorga a las autoridades un margen de actuación excesivamente amplio para criminalizar y perseguir judicialmente el ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Es incompatible, por tanto, con las obligaciones internacionales y regionales de Polonia en materia de derechos humanos.
Las autoridades detuvieron a Elżbieta en 2019, tras un viaje que hizo al extranjero con Amnistía Internacional. En mayo de ese año abrieron una investigación preliminar contra ella, y en julio de 2020 presentaron oficialmente cargos contra las tres activistas. Alegaron que, el 29 de abril de 2019, las tres habían pegado carteles en lugares públicos de la ciudad de Plock e “insultado públicamente a un objeto de culto religioso en forma de esta imagen que ofendía los sentimientos religiosos ajenos”.
Hasta la fecha, 160.000 personas se han sumado a la
campaña lanzada por Amnistía Internacional para instar al a la Fiscalía General polaca a retirar los cargos infundados formulados contra las tres activistas de los derechos humanos.
En noviembre de 2020, Amnistía Internacional, la Campaña contra la Homofobia, Freemuse, Front Line Defenders, Human Rights Watch e ILGA-Europa hicieron una
declaración pública conjunta sobre el caso, instando a la Fiscalía General a retirar los cargos y garantizar que las tres mujeres podían realizar su trabajo de derechos humanos sin sufrir hostigamiento ni represalias.