Amnistía Internacional publicó un glosario que destaca 10 frases clave con el objetivo de explicar lo que China expresa cuando habla de derechos humanos a nivel internacional, lo que verdaderamente quiere decir y los riesgos que esto supone para los derechos humanos en todo el mundo.
El material –lanzado junto a la organización Urgewald–, hace foco en la exportación de los "derechos humanos con características chinas" a los documentos internacionales, como herramienta de política exterior y construcción de un multilateralismo amigable a sus intereses.
El documento enumera diez conceptos que China pretende que el mundo adopte en foros claves del sistema internacional, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (del que forma parte desde 2006).
Si bien la participación del país en la protección de los derechos humanos en el ámbito internacional se puede rastrear hasta la misma creación de las Naciones Unidas, en 1945, y la aprobación de la Declaración Universal, tres años después, la actitud oficial del país hacia los derechos humanos y su interpretación han cambiado notablemente en los últimos decenios, a la par de su ascenso en la arena mundial.
Beijing ha desafiado cada vez más las normas internacionales en esta materia. Se opone a la universalidad de los derechos humanos en tanto concepto que excede las fronteras nacionales e incumbe a la comunidad global en su conjunto. Los califica como vestigio de los “valores occidentales” y cuestiona, en este sentido, la injerencia que “trasciende la soberanía nacional”.
“El relato que intenta imponer China es preocupante. El énfasis en la soberanía del Estado, el llamado a la no injerencia en los asuntos internos, la inversión sin condiciones y el desarrollo económico como un derecho humano que sustituye a los demás, forman parte de esta narrativa propia que condiciona y amenaza con debilitar el sistema internacional de derechos humanos, así como las normas de transparencia y rendición de cuentas. Por esto, es importante que desde diversas partes del mundo no quitemos la mirada sobre Beijing”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
El origen y uso de estos conceptos están desarrollados en el glosario, junto con las consecuencias que estos tienen para los derechos humanos. Por ejemplo, la inclusión de la denominada “cooperación mutuamente beneficiosa” en las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos como piedra angular de la política exterior moderna del país. En la práctica, un intento de transformar el derecho internacional de los derechos humanos en un asunto entre Estados que fue avalado en dos resoluciones del organismo por numerosos países, entre ellos, la Argentina.
El glosario también ofrece una cronología del enfoque de los derechos humanos por parte de China en los últimos 70 años desde la creación de las Naciones Unidas.