En respuesta a la información de que Nazanin Zaghari-Ratcliffe y Anoosheh Ashoori, ambos detenidos en Irán, han quedado en libertad y están a punto de salir del país, Sacha Deshmukh, director ejecutivo de Amnistía Internacional Reino Unido, ha manifestado:
“Es una noticia estupenda, pero por poco llega tarde.
Nazanin y Anoosheh jamás deberían haber estado detenidos: fueron encarcelados por cargos falsos relativos a la seguridad nacional, una táctica típica en Irán.
No hay duda alguna de que las autoridades iraníes han utilizado a Nazanin y Anoosheh como peones políticos y han actuado con calculada crueldad para intentar sacar el mayor partido diplomático posible de su cautiverio.
El gobierno del Reino Unido debe dar seguimiento a la liberación de Nazanin y Anoosheh renovando inmediatamente sus llamamientos para que los ciudadanos británicos Morad Tahbaz y Mehran Raoof, que aún están atravesando una difícil situación similar a la de Nazanin y Anoosheh, también sean puestos en libertad.
Desde hace años está claro que las autoridades iraníes presentan cargos falsos, relacionados con la seguridad nacional, contra ciudadanos extranjeros para ejercer presiones diplomáticas, y ahora es más importante que nunca que Gran Bretaña lleve a cabo una labor multilateral para combatir esta insidiosa práctica.”