Ante la noticia de que
el líder ruso de la oposición y preso de conciencia Aleksei Navalny ha sido condenado a nueve años de cárcel por su crítica abierta a Vladimir Putin y su activismo pacífico, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“Navalny afronta nueve años de prisión por denunciar la corrupción y el abuso de poder de la élite rusa. Aunque predecible, esta pena ha sido impactante. El mundo no debe pasar por alto ni la condena ni su importancia en el contexto de las terribles violaciones de derechos humanos que estamos presenciando como consecuencia de la agresión de Rusia contra Ucrania.
“
Tras sobrevivir a un intento de asesinato, Navalny fue encarcelado rápidamente y su organización, declarada extremista en una farsa de justicia. Sobre el trasfondo del flagrante desprecio de las autoridades rusas hacia sus propias leyes y hacia las leyes internacionales y las europeas, muchas personas más podrían sufrir injusticias similares.
“Aplaudo el compromiso de Navalny de cuestionar la corrupción y otros abusos incluso frente a años de cárcel. Utilizó la sala del tribunal para hablar en contra de la agresión de Rusia en Ucrania, por lo que es probable que se formulen cargos adicionales contra él”.
Información complementaria
El 22 de marzo, el Tribunal de Distrito de Lefortovo, Moscú, dio a conocer su sentencia en una vista celebrada en la colonia penal IK-2, en Pokrov, región de Vladimir, donde Aleksei Navalny cumple la arbitraria condena impuesta con anterioridad de 2,5 años de prisión. El Tribunal lo declaró culpable de “fraude en una escala especialmente grande” y de “desacato al tribunal”. El político estaba acusado de haber sustraído aproximadamente 25.000 dólares estadounidenses de donativos a organizaciones que había fundado.
Amnistía Internacional
analizó su caso y concluyó que este enjuiciamiento había respondido a intereses políticos y se basaba en la aplicación arbitraria de la ley que criminalizaba injustamente a Navalny.
Aleksei Navalny afronta más represalias del Estado ruso. En septiembre de 2021, las autoridades incoaron una nueva causa penal contra él y las personas asociadas a él, acusados del cargo falso de crear una “asociación extremista”. La Fundación Anticorrupción y la Fundación para la Protección de los Derechos Ciudadanos, fundados ambos por Navalny, fueron etiquetados oficialmente de forma arbitraria de “extremistas” y
prohibidas en junio de 2021.