Ante la vista de imposición de condena el martes a Salekh Magamadov e Ismail Isaev, hermanos chechenos que pueden ser condenados a ocho años y medio de prisión tras ser acusados falsamente de “ayudar a grupos armados ilegales”, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha afirmado:
“Salekh Magamadov e Ismail Isaev deben ser puestos en libertad de inmediato y sin condiciones. “Nunca debieron haberse presentado cargos en su contra. Pertenecer a la comunidad LGBTI en Chechenia —o en cualquier otro lugar— no es delito. Nadie debe ser detenido por su orientación sexual o identidad de género ni por criticar a las autoridades. Se debe poner fin ya a este suplicio.
Pertenecer a la comunidad LGBTI en Chechenia —o en cualquier otro lugar— no es delito.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
“Estas dos personas han sufrido innumerables violaciones de derechos humanos, incluida la tortura, a manos de las autoridades chechenas. Pero incluso en el marco de una represión tan implacable, las autoridades federales rusas se mantienen al margen y no hacen nada. Es vital que los dirigentes de Rusia comiencen por fin a defender los derechos de las personas LGBTI. Pueden comenzar con el caso de Salekh Magamadov e Ismail Isaev.”
Información complementaria
El 22 de febrero, está previsto que el Tribunal de Distrito de Achkhoy-Martan dicte sentencia en la causa de Salekh Magamadov e Ismail Isaev, que tienen 21 y 19 años, respectivamente. Uno de ellos es gay, y el otro está en proceso de transición de género.
Salekh e Ismail habían moderado con anterioridad “Osal Nakh 95”, un canal de Telegram dirigido por jóvenes que contenía publicaciones críticas con las autoridades chechenas. En agosto de 2019, Ismail Isaev, que entonces tenía 16 años, fue secuestrado, recluido en régimen de incomunicación, sometido a tortura y otros malos tratos y obligado a “pedir perdón” ante la cámara por su presunta implicación con el canal.
El 4 de febrero de 2021, Salekh e Ismail fueron secuestrados de nuevo por la policía chechena en un apartamento de Nizhni Novgorod que les había proporcionado la ONG rusa Red LGBT.