En respuesta a la noticia de que Alsu Kurmasheva, redactora del Servicio Tártaro-Baskir de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), ha sido detenida y recluida arbitrariamente en prisión preventiva, acusada penalmente de no haberse registrado como “agente extranjero”, Marie Struthers, directora de la Oficina Regional de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, ha manifestado:
“La persecución de Alsu Kurmasheva es un ejemplo de la implacable represión del periodismo y del derecho a la libertad de expresión en Rusia. También supone una escalada alarmante en el hostigamiento al personal de los medios de comunicación, ya que es la primera vez que este delito se utiliza para atacar directamente a una periodista por sus actividades profesionales, exponiéndola a una pena de cinco años de prisión.”
“Además de utilizar el cargo de ‘desacreditar al ejército’ y otros cargos absurdos para encerrar a cualquier persona acusada de albergar y expresar sentimientos antibelicistas, las autoridades rusas han decidido ahora que el mero hecho de trabajar para un medio de comunicación extranjero es suficiente para justificar la detención y el procesamiento. El caso de Alsu Kurmasheva es una clara advertencia para todos los y las periodistas rusos que trabajan para medios extranjeros y cubren la guerra en Ucrania.”
“Amnistía Internacional pide que se deje en libertad de manera inmediata e incondicional a Alsu Kurmasheva y se derogue toda la legislación relacionada con los denominados ‘agentes extranjeros’, así como las disposiciones que vulneran el derecho a la libertad de expresión adoptadas al comienzo de la invasión en gran escala de Ucrania en febrero de 2022, incluida la legislación sobre ‘noticias falsas’ sobre el ejército y la ‘desacreditación de las fuerzas armadas’.”
Información complementaria
Alsu Kurmasheva, poseedora de doble nacionalidad estadounidense y rusa y residente en la República Checa, fue detenida durante una visita a Rusia el 18 de octubre en Kazán, República de Tartaristán. Fue acusada en virtud del artículo 330.1.3 de no registrarse como “agente extranjero” cuya actividad “está dirigida a recabar información sobre las fuerzas armadas y las actividades técnico-militares de Rusia, que, en manos de una fuente extranjera, podría ser utilizada contra la seguridad de la Federación Rusa”. De ser declarada culpable, podría ser condenada a hasta cinco años de prisión.