Ante la noticia de que el
destacado activista de la oposición rusa Aleksei Navalny cumplirá 30 días de prisión preventiva tras una “vista” judicial sin precedentes celebrada en la comisaría de policía donde está detenido desde su llegada al país desde Berlín, Natalia Zviagina, directora de la oficina de Amnistía Internacional en Moscú, ha manifestado:
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La ‘vista’ celebrada hoy es una burla de la justicia. Las autoridades no sólo han tenido el descaro de llevar a una autoridad judicial a la comisaría de policía para que dictara resolución sobre la detención de Aleksei Navalny, sino que además le han negado el acceso a su abogado hasta el último momento. No había medios independientes ni ciudadanos corrientes en el lugar que pudieran ser testigos de esta absurda ‘vista’; sin embargo, la ‘sala’ estaba llena de representantes de la prensa afín al gobierno para aparentar que se trataba de un proceso transparente.
Esta absurda puesta en escena demuestra que las autoridades rusas están desesperadas por silenciar a Aleksei Navalny. En previsión del regreso de Navalny a Rusia, las autoridades desplegaron una gran fuerza policial en el aeropuerto de Vnukovo para interceptar y detener a quien fuera simplemente a recibirlo, y asimismo autorizaron el cierre del aeropuerto, el desvío por sorpresa de su vuelo al aeropuerto de Sheremetievo, el bloqueo de las carreteras que conducían hasta allí y, por último, la detención de Navalny en el control de fronteras.
No es una conducta apropiada para un gobierno que respeta los derechos humanos; más bien parece el argumento de una superproducción de Hollywood. Las autoridades rusas deben liberar de inmediato a Navalny y al menos 12 de sus seguidores que han sido detenidos hoy cuando protestaban por su detención. Son todos presos de conciencia, culpables únicamente de ejercer de su derecho a la libertad de expresión.”
Información complementaria
El 18 de enero, el tribunal municipal de Jimki resolvió que Aleksei Navalny debía permanecer 30 días en prisión preventiva antes de su juicio por “múltiples violaciones de los términos de su libertad condicional”, por su condena en un juicio anterior de motivación política. La vista se celebró en la comisaría de policía adonde había sido conducido Navalny tras su detención en el Aeropuerto Internacional de Moscú-Sheremetievo la tarde anterior.
La representación letrada de Navalny no tuvo acceso a él hasta un minuto antes de comenzar la “vista” en la comisaría de policía. Se permitió la entrada de cadenas de televisión estatales en la comisaría, mientras que periodistas de numerosos medios de comunicación independientes y seguidores de Navalny tuvieron que quedarse en el gélido exterior, a 20 grados bajo cero.