Siete razones por las que “no tengo nada que ocultar” es la respuesta equivocada a la vigilancia masiva – Amnistía Internacional Argentina | Defendemos los derechos humanos

Siete razones por las que “no tengo nada que ocultar” es la respuesta equivocada a la vigilancia masiva


Manifestación contra el uso de los gobiernos de la vigilancia masiva. © Bill Clark

Se ha escrito mucho sobre esta cuestión, pero para responder hemos buscado en las respuestas de los simpatizantes de Amnistía en Facebook. Hemos usado algunos comentarios para explicar por qué "nada que ocultar" es la respuesta equivocada al uso por los gobiernos de la vigilancia masiva.

1. “La privacidad debería ser un derecho a menos que se haga algo que levante sospechas legítimas"


Karine Davison

Normalmente, los gobiernos realizan una vigilancia selectiva, a la que someten a una persona o grupo por razones concretas y legítimas. Para ello, necesitarán obtener la autorización de un juez, por ejemplo, para vigilar el uso de Internet de una persona sospechosa de actividades delictivas. Si la vigilancia es indiscriminada, se están vigilando nuestras comunicaciones sin que haya ningún indicio razonable de que podamos estar haciendo algo dudoso. Los gobiernos nos tratan a todos como a presuntos delincuentes, y a cada detalle de nuestra vida personal como algo sospechoso. Y hay pocas leyes que controlen lo que están haciendo.

2. “¿Así que tampoco tendrías problemas en instalar una webcam en tu baño o en tu dormitorio?"


Ulf Carsson

Puede que creas que no te importa tu intimidad, pero lo más probable es que sí te importe. Cada día hacemos cosas en casa que no haríamos en público. Y no es porque tengamos algo que ocultar, sino simplemente porque son partes de nuestra vida que preferimos mantener en la intimidad. John Oliver, presentador del programa de televisión Last Week Tonight, preguntó a algunas personas de Nueva York qué pensaban si los gobiernos vieran sus fotos personales (aunque él lo expresó de un modo más crudo). Naturalmente, la gente se siente más incómoda cuando piensa en agentes del gobierno mirando sus imágenes más íntimas.

3. “Por cierto, querer mi intimidad NO equivale a tener algo que ocultar"


James Earl Walsh

La vigilancia masiva es una intrusión sin precedentes en la intimidad de los ciudadanos corrientes. En ningún momento de la historia hemos aceptado que los gobiernos deban vigilar todo lo que hacemos para mantenernos a salvo. Imaginen que nos dijeran que quieren instalar cámaras en nuestros comedores o micrófonos bajo las mesas de los cafés para garantizar que pueden atrapar a los delincuentes. Es una extralimitación enorme del poder del gobierno y cada vez que decimos que no tenemos "nada que ocultar" estamos consintiéndola. En cambio, deberíamos decirles a los gobiernos: "No tengo nada que ocultar y mis asuntos privados no son de su incumbencia".

4. “Nada que ocultar... mientras estés 100% de acuerdo con la visión y las políticas de tu gobierno"


Emily Kate Goulding

De un modo muy similar a lo que pasa con el derecho a protestar, somos más conscientes de nuestra intimidad cuando nos la quitan. A lo largo de la historia, se ha utilizado información aparentemente inocente sobre personas para perseguirlas en momentos de crisis. Puede que confíen en que su gobierno actual busca delincuentes y no hace nada inadecuado con sus datos. Pero ¿y si cambiara y se desplazase radicalmente a la izquierda o a la derecha? En estas situaciones, las autoridades podrían recabar datos para encontrar y reprimir a grupos con los que no están de acuerdo. Podrían usar la información para atacar a periodistas, perseguir a activistas y discriminar minorías.

5. “La premisa es que quienes están detrás de las cámaras tendrán en mente los intereses de las personas”


Roland van der Sluijs

Puede que pienses que no has hecho nada malo, pero eso es tener una fe ciega en que las personas que analizan tus datos piensan lo mismo. Edward Snowden, que denunció irregularidades en la NSA, nos dijo: “Esta gente está buscando delincuentes. Podrías ser la persona más inocente del mundo, pero si alguien programado para ver patrones de delincuencia analiza tus datos, no va a encontrarte a vos: va a encontrar a un delincuente".

6. “¿De verdad querés vivir una vida de repeticiones mecánicas, obedeciendo todo?”


Jia Hengjian

Los datos indican que cuando sabes que te observan, tu conducta cambia. Y, a medida que conozcamos mejor los algoritmos y bases de datos informáticos que se usan para predecir la actividad delictiva, nos volveremos más cautos sobre lo que decimos o hacemos en Internet. Empezaremos a evitar decir o hacer algo conflictivo por si acaso se malinterpreta. Como consecuencia, las sociedades se volverán muy conformistas, y nadie estará dispuesto a cuestionar el orden establecido.

7. “Si no tenemos nada que ocultar, ¿por qué estamos bajo vigilancia?"


Jake Lawler

En resumen, la mejor respuesta a "no tengo nada que ocultar" siempre será: "Si no hice nada malo, ¿por qué se está violando mi intimidad?"

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