Ante la noticia de que Irán, Turquía y Rusia se van a reunir en la ciudad rusa de Sochi, mientras más de 30 grupos de oposición sirios mantienen conversaciones por separado en la capital saudí, Riad, Lynn Maalouf, Amnistía Internacional declaró:
“Mientras las partes en el conflicto de Siria se reúnen por separado para debatir un plan de paz, millones de hombres, mujeres, niños y niñas sirios afrontan terribles sufrimientos debido a las violaciones de derechos y a los crímenes perpetrados por todas las partes del conflicto".
Según una declaración pública emitida por la organización, "ahora mismo hay cientos de miles de personas atrapadas en asedios en toda Siria, en condiciones insoportables, sin acceso a comida, agua o atención médica".
“Nos preocupa en especial la situación en Guta oriental, una zona rural próxima a Damasco, sometida a sitio por el gobierno sirio desde 2012. La población civil de esta zona lleva años sufriendo crímenes de guerra, pero ahora el gobierno intensificó aún más el asedio y aumentó sus ataques contra civiles y bienes de carácter civil. El gobierno y sus aliados emplean esta estrategia militar coercitiva consistente en asedios prolongados y bombardeos para presionar a los grupos armados para que negocien un acuerdo de rendición. Sin embargo, como se ha visto en el caso de Daraya, Al Waer y la zona oriental de la ciudad de Alepo, estas tácticas conllevaron homicidios ilegítimos, el hambre de la población civil y, en última instancia, el desplazamiento forzado de ésta", sostuvo Amnistía Internacional.
Todas las partes en el conflicto deben levantar inmediatamente todos los asedios de zonas civiles en Siria y permitir el acceso sin impedimentos de ayuda humanitaria imparcial para quienes la necesiten. Rusia, Irán y Turquía deben garantizar que los acuerdos entre partes en el conflicto no implican desplazamientos forzados ilegítimos.
“No habrá una paz justa y sostenible en Siria si los derechos humanos y la rendición de cuentas no están en el centro de las conversaciones de paz. Es crucial que los países con influencia entre las partes en el conflicto contribuyan a garantizar que las víctimas reciben una reparación plena y trabajen para que se respete el derecho de las personas desplazadas a retornar de forma voluntaria en condiciones de seguridad y dignidad”.