“Es deplorable que la Coalición dirigida por Estados Unidos siga desentendiéndose de su responsabilidad de llevar a cabo investigaciones significativas sobre los cientos de muertes de civiles que causó en Raqqa y en otros lugares, aunque haya comenzado a retirarse de Siria.
La Coalición está desentendiéndose descaradamente de las devastadoras consecuencias de su campaña de bombardeos, y para colmo ha dejado claro que no tiene intención alguna de ofrecer a las personas supervivientes ningún tipo de reparación ni indemnización.
“Amnistía Internacional ha estado en Raqqa varias veces desde que acabó la batalla. La Coalición ni siquiera se ha puesto en contacto con ninguna de las centenares de personas supervivientes con las que hemos hablado sobre el terreno, y menos aún les ha prestado alguna ayuda para intentar rehacer sus vidas.
“La batalla de la Coalición en Raqqa comenzó mientras iba perdiendo fuerza su campaña militar en Mosul, en el vecino Irak. La devastación y la impunidad que dejó en Mosul debería haber servido de advertencia. Allí también los ataques de la Coalición mataron a gran número de civiles y destruyeron sus viviendas y sus infraestructuras en gran escala, pero después la Coalición apenas movió un dedo para ayudar.
“Si la Coalición hubiera aprendido de sus errores en Irak, se podría haber evitado la profunda devastación de Raqqa. Dejar a su paso semejante destrucción generalizada de la vida civil es una aberración en términos humanitarios, contraria a los valores que la Coalición dice representar.”
Información general
La retirada de Estados Unidos, cuyo calendario y detalles continúan sin conocerse, probablemente no suponga el fin de los ataques aéreos de la Coalición dirigida por este país en Siria, lo cual pone en peligro más vidas civiles.
Amnistía Internacional, en colaboración con Airwars, está llevando a cabo una investigación sobre el terrible número de víctimas civiles que causaron los cuatro meses de bombardeos estadounidenses, británicos y franceses para expulsar de Raqqa al grupo armado autodenominado Estado Islámico. Los resultados de esta investigación se harán públicos en abril de 2019.
En las investigaciones sobre el terreno y los análisis llevados a cabo por Amnistía Internacional desde que terminó la batalla en octubre de 2017 se encontraron convincentes indicios de violaciones del derecho internacional humanitario (las leyes de la guerra) cometidas aparentemente por la coalición dirigida por Estados Unidos. Esos datos llevaron a la coalición a revisar sus estadísticas de víctimas mortales civiles y elevar la cifra de 23 a más de 100, lo que representa un aumento del 300%.
En una carta a Amnistía Internacional de septiembre de 2018, el Departamento de Defensa estadounidense —cuyas fuerzas efectuaron la mayoría de los ataques aéreos y todos los ataques de artillería contra Raqqa— dejó claro que no acepta responsabilidad alguna sobre las víctimas civiles que causó. La Coalición no tiene previsto indemnizar a supervivientes y familiares de las personas que murieron en Raqqa y se niega a proporcionar más información sobre las circunstancias de los ataques.