AMNISTÍA INTERNACIONAL
DECLARACIÓN
Con motivo de la reunión de la Asamblea General de la ONU el 21 de julio para debatir el veto de Rusia a una resolución del Consejo de Seguridad que habría permitido que la ONU continuase durante un año el envío transfronterizo de ayuda humanitaria al noroeste de Siria, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Los Estados miembros no deben permitir la utilización cínica de cuestiones humanitarias vitales como baza para la negociación en el Consejo de Seguridad de la ONU. Esta reunión debe ser el principio de la asunción por la Asamblea General de la ONU de su responsabilidad respecto de la protección de quienes más necesitan ayuda humanitaria, sin concesiones. La Asamblea General debe declarar rotundamente que el derecho internacional es claro: la autorización del Consejo de Seguridad no debería ser necesaria para enviar ayuda humanitaria a quienes la necesitan”.
“El gobierno sirio y el derecho de veto de Rusia no deben impedir que se lleve ayuda humanitaria a los millones de civiles que la necesitan desesperadamente en el noroeste de Siria, pues constituye una violación de sus derechos a la vida, a un
nivel de vida adecuado —que incluye los derechos a la vivienda, al agua y al saneamiento— y a la salud.
“La Asamblea General de la ONU y otros actores no pueden quedarse sentados y esperar sin más a que millones de personas corran el riesgo de perder el acceso a la ayuda humanitaria, ni pueden confiar en que el gobierno ruso no abuse de nuevo de su derecho de veto para cerrar finalmente este paso fronterizo esencial en enero, cuando expire el mandato. Deben hacer todo lo que esté en su mano para garantizar que la ayuda para la supervivencia seguirá llegando a la población siria que la necesita”.
Información complementaria
El 8 de julio, Rusa vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que habría permitido que la ONU hiciera el envío transfronterizo de ayuda humanitaria a Siria durante un año sin la autorización del gobierno sirio.
En un acuerdo de último minuto, el 12 de julio, tras la expiración del mandato transfronterizo, los miembros del Consejo de Seguridad capitularon ante la exigencia de Rusia y acordaron una resolución que abría el paso fronterizo de Bab al Hawa sólo seis meses más.
Con arreglo a la Resolución 76/262, el presidente de la Asamblea General ha convocado una reunión plenaria el jueves para debatir con todos los miembros de la ONU el asunto sobre el que se emitió el veto.
Según el derecho internacional humanitario, ninguna parte de un conflicto puede rechazar arbitrariamente las ofertas para llevar a cabo operaciones de ayuda que tengan una naturaleza imparcial y humanitaria, incluida la ayuda humanitaria transfronteriza. De hecho, deben facilitar la entrega de ayuda humanitaria a la población civil que la necesite. Utilizar el hambre de la población civil como método de guerra, incluso dificultando el envío de ayuda, es un crimen de guerra.
Según el asesoramiento experto encargado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, en situaciones excepcionales (como cuando un Estado bloquea arbitrariamente ayuda para la supervivencia a parte de su población civil), las organizaciones internacionales podrían llevar a cabo operaciones de ayuda humanitaria temporales para enviar suministros vitales a personas en necesidad extrema sin el consentimiento de partes en un conflicto. Estas medidas están permitidas cuando no existan alternativas y cuando su adopción no afecte gravemente la integridad territorial del Estado que niega su consentimiento.
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