En respuesta a la entrada en vigor de la ley de Texas TX SB8, que prohíbe el derecho a abortar hasta las seis semanas de embarazo, cuando muchas personas aún no se han dado cuenta de que están embarazadas, Tarah Demant, directora del Programa sobre Género, Sexualidad e Identidad de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“Esta prohibición tendrá unas consecuencias nefastas: pone en peligro las vidas de las personas embarazadas y criminaliza a quienes prestan servicios de atención a la salud por proporcionar unos cuidados que son vitales. Debe recibir nuestra más inequívoca condena por dar al traste con décadas de salvaguardias para el bienestar de las personas embarazadas.
“La única persona que debe decidir sobre un embarazo es la que está embarazada. Pero esta prohibición retira de golpe a la gente la posibilidad de decidir, ni siquiera dentro de un plazo en el que muchas personas aún no se han dado cuenta de que están embarazadas. Lo que está en juego con esta ley y otras similares es el derecho humano a controlar su propio cuerpo. Amnistía Internacional Estados Unidos condena enérgicamente la ley y pide al gobierno que proteja los derechos de las personas embarazadas, incluido el derecho al aborto.”