En efecto, las redes sociales pueden convertirse en el campo de batalla para los derechos reproductivos. Las plataformas se verán obligadas a tomar decisiones sobre qué información publican, qué datos recopilan y cuáles están dispuestos a compartir con autoridades judiciales y policiales. Si no actúan rápido para ayudar a proteger los derechos reproductivos, pueden convertirse en una herramienta para quienes buscan criminalizar el aborto.
La importancia de las grandes compañías tecnológicas en la lucha por los derechos reproductivos muestra no sólo su centralidad en nuestras vidas cotidianas, sino también el amplio poder que tienen y la dificultad de someterlas a la rendición de cuentas. Es por eso que Amnistía Internacional viene trabajando en torno a la vigilancia y el derecho a la libertad de expresión en esta agenda.
El equipo de Tecnología de la organización internacional llama a las plataformas a proteger los derechos reproductivos de modo urgente a través de:
- una auditoría de los datos que podrían indicar si un/a usuario/a está buscando información sobre acceso al aborto, así como si está cerca de una clínica que efectúe abortos;
- mayor protección a la privacidad de las personas usuarias;
- no responder a requerimientos judiciales por información relacionada con abortos y derechos reproductivos;
- actualizar sus términos de uso y guías informando que no van a restringir o censurar la discusión en torno a los derechos reproductivos.
Amnistía Internacional también convoca a las empresas de venta de datos (data brokers) a restringir la venta y desclasificación de datos que podrían ser utilizados para perseguir o acosar a quienes buscan ejercer sus derechos reproductivos.
CONTEXTO
A partir del 2 de julio, 17 Estados prohibieron el aborto o están próximos a hacerlo. En la urgencia por navegar el nuevo escenario del derecho al aborto post Roe, una preocupación inmediata es en qué medida las plataformas sociales van a cooperar con los requerimientos judiciales de Estados que hayan criminalizado el aborto, incluyendo solicitudes de información sobre personas que procuran abortos, quienes las ayudan o quienes lo efectúan.
Las compañías tecnológicas se ven incentivadas a recolectar más información de sus usuarios con el objetivo de vender publicidad dirigida, incluyendo datos sensibles relacionados con sus derechos reproductivos. Facebook ya está recolectando datos sobre quienes visitan sitios web de centros que garantizan el acceso a la interrupción del embarazo. Esta información, recolectada por empresas como Google y Meta, así como por terceros (Apps y data brokers), puede ser usada para identificar y potencialmente perseguir a quienes busquen realizarse abortos. En el mundo post-Roe, esto significa que la información de Facebook podría ayudar a criminalizar personas embarazadas que se hayan realizado un aborto, o cualquiera que las haya ayudado.
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