Ante la entrega en Oslo del Premio Nobel de la Paz a los periodistas Maria Ressa y Dmitri Muratov, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, ha declarado:
“Es la primera vez en casi cien años que el Premio Nobel de la Paz: se concede a unos periodistas, subrayando con ello la valentía y los excepcionales logros de los medios de comunicación en un mundo cada vez más polarizado, donde los hechos y la verdad son sometidos un implacable ataque."
"Amnistía Internacional felicita a Maria Ressa y Dmitri Muratov por este prestigioso galardón. Hoy es una fecha trascendental para estos paladines y defensores de los derechos humanos y la libertad de prensa. Esperamos que este premio sirva de estímulo a otras personas para seguir su ejemplo y decirle las verdades al poder."
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional
“El gobierno filipino debe retirar de inmediato todos los cargos contra Ressa, que estuvo a punto de no poder asistir a la ceremonia de Oslo por unas causas judiciales abiertas contra ella por acusaciones falsas. Por su parte, las autoridades rusas deben dejar de hostigar e intimidar a los medios de comunicación calificándolos de organizaciones indeseables o agentes extranjeros.
“Al suprimir la libertad de prensa, se amenaza la libertad de información de la ciudadanía y se reprimen sus derechos. Cuando la luz de la libertad de los medios de comunicación pierde su brillo, la rendición de cuentas a la ciudadanía se torna oscura. La evidencia de estas verdades nos rodea: no se salva ningún país, región ni sistema político. Está en los periodistas muertos, atacados, encarcelados, silenciados, en aquéllos a quienes se les niega el visado o se amenaza con la extradición; en los medios de comunicación obligados por los gobiernos a cerrar, en los monopolios o grupos de interés que secuestran la diversidad de los medios de comunicación o en la investigación periodística despojada de imparcialidad, exactitud y objetividad.”
Información complementaria
Maria Ressa, cofundadora de Rappler, y Dmitri Muratov, cofundador de Novaya Gazeta, recogieron en Oslo el Premio Nobel de la Paz, que se les concedió por su defensa de la libertad de expresión en Filipinas y Rusia, respectivamente. Véase aquí más información sobre Ressa y Muratov.