La decisión de un tribunal de apelación ruso de negar la libertad condicional a Maria Alekhina, una de las cantantes del grupo punk Pussy Riot encarceladas por interpretar una canción protesta en una catedral ortodoxa, es una burla más de la justicia y otra confirmación de que las autoridades rusas son inflexibles a la hora de reprimir la libertad de expresión, dijo hoy Amnistía Internacional. 

24 de julio de 2013.- El Tribunal Regional de Perm confirmó hoy la decisión de negar la libertad condicional a Alekhina, de 24 años. Ésta, junto con Nadezhda Tolokonnikova y Ekaterina Samutsevich, miembros del grupo punk femenino Pussy Riot, fueron acusadas de “vandalismo por motivos de odio religioso” tras interpretar una canción protesta en la principal catedral ortodoxa de Moscú en febrero de 2012. Las tres fueron condenadas a dos años de prisión en una colonia penitenciaria, aunque Ekaterina Samutsevich apeló y le fue impuesta una condena condicional, por lo que está en libertad.

Maria Alekhina y las otras dos cantantes no deberían haber sido detenidas. Se les privó de libertad sólo por la expresión pacífica de sus creencias y Amnistía Internacional las considera presas de conciencia. Las autoridades rusas deben poner en libertad a Maria Alekhina y Nadezhda Tolokonnikova de forma inmediata e incondicional y anular las condenas impuestas a ambas y a Ekaterina Samutsevich. La decisión judicial de hoy pretende intimidar aún más la libertad de expresión. Aunque se presente como una resolución basada en principios, revela una tendencia a acosar a las personas críticas, a pesar de que el país tiene la obligación de defender y promover los derechos humanos, dijo la organización.

En enero de 2013, Maria Alekhina solicitó su excarcelación anticipada para poder cuidar de su hijo de cinco años. Su pedido fue denegado sobre la base de que ya se había tenido en cuenta dicha circunstancia cuando se le impuso la condena inicial, el año pasado.
En la víspera de la vista de la apelación, más de un centenar de músicos de fama internacional pidieron la libertad inmediata de Maria Alekhina y Nadezhda Tolokonnikova.

Angelique Kidjo, una de los firmantes, declaró hoy: “Es profundamente estremecedor que Masha, una joven madre, siga entre rejas por expresar pacíficamente sus creencias. Junto con otros músicos, artistas, miembros de Amnistía y miles de personas de todo el mundo, seguiremos exigiendo que sean liberadas de este encarcelamiento indignante e injusto. ¡Libertad para Pussy Riot!"

En apenas dos, días desde que se dio a conocer la carta, más de 15.000 personas de todo el mundo firmaron una petición en la que solicitan al fiscal general que garantice la excarcelación inmediata e incondicional de Maria y Nadezhda; el número de firmas sigue aumentando.