9 de julio de 2013.- Las autoridades turcas deben poner en libertad de inmediato a los manifestantes pacíficos que fueron detenidos ayer en Taksim. Deben investigar además las denuncias de uso excesivo de la fuerza después de que la policía antidisturbios utilizase gas lacrimógeno y cañones de agua para desalojar la plaza y el colindante parque Gezi, ha declarado Amnistía Internacional.

"Las autoridades turcas tienen el deber de garantizar que la población puede reunirse pacíficamente y manifestar sus opiniones", ha dicho John Dalhuisen, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.

"Es imprescindible que se lleve a cabo lo antes posible una investigación imparcial sobre los presuntos abusos cometidos por la policía antidisturbios, y que las personas responsables de cometer algún delito comparezcan ante la justicia."

Según la Asociación Médica de Estambul, al menos 30 personas resultaron heridas ayer, entre las que se incluyen un joven de 17 años que se encuentra en estado crítico con lesiones en la cabeza tras ser alcanzado por un bote de gas.

El lunes 8 de julio, el parque Gezi en Taksim fue abierto brevemente al público tras una prohibición de tres semanas de acceso público.

El parque fue reabierto sobre las 3 de la tarde por el gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, y se fue llenando progresivamente de activistas y miembros de la opinión pública. Taksim Solidarity había convocado una reunión pública en el parque para las 7 de la tarde. Sin embargo, a las 6, la policía informó a las personas reunidas en el parque que tenían que abandonar la zona. Poco después, abrieron fuego con gases lacrimógenos y balas de plástico.

La operación policial se trasladó a los alrededores del parque, como la concurrida calle comercial Istiklal, y se prolongó hasta primeras horas de la mañana.

"El comportamiento de la policía en la plaza Taksim y alrededores la pasada noche es señal del lamentable resurgimiento de las mismas tácticas que provocaron la última oleada de protestas por toda Turquía. Parece que las autoridades turcas están más decididas que nunca a impedir que los disidentes se reúnan en la plaza Taksim", ha declarado John Dalhuisen.

Entre las personas detenidas se encuentran representantes de Taksim Solidarity, como el secretario general de la Asociación Médica de Estambul, Ali Çerkezoğlu, y la secretaria de la Cámara de Arquitectos, Mücella Yapıcı. Aunque todavía no se han presentado formalmente cargos en su contra, está previsto que comparezcan ante el tribunal , mañana 10 de julio.