Las autoridades turcas no deben devolver a un grupo de refugiados y solicitantes de asilo sirios e iraquíes actualmente retenidos en un campo contra su voluntad, tras sobrevivir al naufragio de un barco que según dicen fue tiroteado por los guardacostas turcos, ha declarado Amnistía Internacional.
Un grupo de 250 personas solicitantes de asilo y refugiadas, en su mayoría sirias e iraquíes, viajó desde Turquía a las islas griegas del Egeo el 15 de septiembre. Varios refugiados dijeron a Amnistía Internacional que los guardacostas turcos dispararon contra su barco, que se hundió a continuación. Al menos murieron 22 personas, algunos menores entre ellas.
“Si los relatos de quienes viajaban en el barco se confirman, Turquía podría ser responsable de la muerte de 22 personas. La falta de humanidad que han mostrado las autoridades turcas en este caso es casi inconcebible. Disparar contra un barco en el que viajan personas que huyen del conflicto y luego detener a los sobrevivientes del naufragio es increíblemente cruel”, afirmó nuestra organización.
Según los refugiados sirios, las autoridades turcas les dijeron que los mantendrían recluidos en el campo de Düziçi a menos que accedieran a regresar a Siria, algo que podrían hacer solamente empleando pasos de frontera peligrosos controlados por grupos armados supuestamente responsables de graves abusos contra los derechos humanos y crímenes de guerra. Varios refugiados sirios ya han sido devueltos directamente a Siria.
Por otra parte, un grupo de solicitantes de asilo iraquíes ha sido liberado del campo con la condición de regresar a Irak. Amnistía Internacional ha hablado con uno de ellos, actualmente escondido en Bagdad por temor por su vida.
“Obligar a refugiados y solicitantes de asilo a regresar a zonas de conflicto es una violación del derecho internacional y muestra un desprecio total hacia la vida humana. Las autoridades deben liberar inmediatamente a todos los solicitantes de asilo y refugiados restantes del campo y darles protección”.
Amnistía Internacional también pide una investigación sin demora, independiente e imparcial sobre las circunstancias en las que se interceptó el barco y murieron 22 personas.