En reacción a la noticia de que los ataques rusos de los últimos días contra infraestructuras energéticas en Ucrania han dado lugar a un apagón que ha afectado a todo el país, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha manifestado:
“La estrategia tras las últimas tácticas bélicas de Rusia no deja lugar a dudas. Con los bombardeos de infraestructuras civiles esenciales en Ucrania, como las centrales energéticas, el ejército ruso pretende socavar la producción industrial, alterar el transporte, sembrar el miedo y la desesperación y privar a la población civil de Ucrania de calor, electricidad y agua a las puertas del frío invierno”.
“Los ataques de Rusia contra infraestructura civil ucraniana son ilegítimos. La moral de la población civil no es un blanco legítimo, y llevar a cabo esos ataques con el único propósito de aterrorizarla es un crimen de guerra. Los responsables de ordenar y cometer estos ataques criminales deben ser sometidos a rendición de cuentas. La comunidad internacional debe responder urgentemente a la intensificación de las iniciativas rusas para aterrorizar a la población civil de Ucrania y condenar esos ataques atroces.”
Información complementaria
El 20 de octubre, las autoridades ucranianas anunciaron que habrá cortes energéticos en todo el país como consecuencia de los graves daños provocados por los ataques rusos de los últimos días en alrededor del 40% de las plantas de producción energética del país.
Entre las iniciativas para reparar las instalaciones dañadas, las autoridades ucranianas han recurrido a los cortes energéticos programados para evitar la sobrecarga de las infraestructuras energéticas restantes.
Además, las autoridades ucranianas han instado a la población de todo el país a reducir el consumo eléctrico diario entre las 7 h y las 23 h, y a partir de hoy limitarán el encendido del alumbrado público.