Ante la decisión del Tribunal Superior de aceptar la apelación de Estados Unidos contra la decisión de no extraditar a Julian Assange, Nils Muižnieks, director de Amnistía Internacional para Europa, ha manifestado:
“Esto es una parodia de justicia. Al permitir esta apelación, el Tribunal Superior ha decidido aceptar las garantías diplomáticas, plagadas de irregularidades, que ha dado Estados Unidos de que Assange no sería recluido en régimen de aislamiento en una prisión de máxima seguridad. El hecho de que Estados Unidos se haya reservado el derecho a cambiar de opinión en cualquier momento significa que estas garantías
no valen el papel en el que están escritas.
“De ser extraditado a Estados Unidos, Julian Assange podría no sólo ser juzgado por cargos previstos en la Ley de Espionaje, sino que correría un riesgo real de sufrir violaciones graves de derechos humanos debido a unas condiciones que reclusión que
podrían constituir tortura u otros malos tratos.
“El procesamiento iniciado por el gobierno estadounidense representa una grave amenaza para la libertad de prensa, tanto en Estados Unidos como en otros países, De ser confirmado, debilitaría el papel fundamental que desempeñan periodistas y editores a la hora de poner bajo la lupa la actuación de los gobiernos y exponer sus irregularidades; y haría que periodistas de todo el mundo tuvieran que convivir con una amenaza constante”.
Si desean más información o concertar una entrevista, pónganse en contacto con press@amnesty.org o con stefan.simanowitz@amnesty.org, +44 2030365599.
Información complementaria
La solicitud de extradición de Estados Unidos se basa en una serie de cargos directamente relacionados con la publicación de documentos clasificados filtrados como parte del trabajo de Julian Assange con Wikileaks.
La publicación de información de interés público es una piedra angular de la libertad de prensa y del derecho de la ciudadanía a la información sobre las actuaciones indebidas de los gobiernos, Además, está protegida por el derecho internacional de los derechos humanos, y no debe ser criminalizada.
Julian Assange es el primer editor que se enfrenta a un enjuiciamiento en aplicación de la Ley de Espionaje.