En respuesta al informe y las recomendaciones finales publicados hoy por la Comisión PEGA del Parlamento Europeo, que insta a la Unión Europea (UE) a regular más estrictamente el uso, la fabricación y comercio de programas espía, Donncha Ó Cearbhaill, director del Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Las recomendaciones de la Comisión PEGA del Parlamento Europeo ponen de relieve la cuestión del uso abusivo de los programas espía para la vigilancia ilegítima, pero se necesitan límites más estrictos para abordar eficazmente la cuestión. Es decepcionante que las sugerencias no lleguen a pedir la suspensión inmediata de la venta, la adquisición, la transferencia y el uso de programas espía. También se necesitan investigaciones creíbles del uso indebido de este tipo de software espía, así como justicia para las víctimas”.
“Acogemos con satisfacción el llamamiento a reforzar las salvaguardias de derechos humanos en relación con el uso de programas espía, pero aún está por ver si dichas salvaguardias llegan a adoptarse y si sirven para prevenir los abusos. Como muestran revelaciones recientes, ni las protecciones de derechos humanos más sólidas nos protegerán frente a programas espía como Pegasus, y éste es el motivo por el cual necesitamos una prohibición urgente de estas herramientas invasivas.”
“Es urgente combatir la cultura de la impunidad que rodea la vigilancia digital selectiva. Los Estados miembros de la UE deben garantizar que las recomendaciones formuladas por la Comisión PEGA se traducen en medidas concretas.”
“Aunque no sea vinculante, la votación es una de las respuestas más significativas de los legisladores a las revelaciones del Proyecto Pegasus. La comisión de investigación recomienda la adopción de unas ‘normas comunes para la UE’ que, de adoptarse, constituirían un paso positivo hacia adelante —aunque en el futuro se necesiten medidas más ambiciosas.”
Información complementaria
El Proyecto Pegasus, fruto de la colaboración de más de 80 periodistas con el apoyo técnico de Amnistía Internacional, reveló la presencia de restos del software espía Pegasus en el teléfono móvil de activistas, figuras políticas, profesionales del periodismo y de la abogacía y tuvo importantes repercusiones que siguen resonando en todo el mundo.
El 11 de marzo de 2022, el Parlamento Europeo votó la creación de una nueva “comisión de investigación” para estudiar el uso de Pegasus y de programas espía de vigilancia similares por Estados miembros de Europa.
El 27 de marzo, el presidente estadounidense Joe Biden firmó una orden ejecutiva que restringe el uso por el gobierno de tecnología de software espía comercial, que se ha empleado para intimidar a la sociedad civil en todo el mundo.
El 30 de marzo, 11 gobiernos emitieron una declaración conjunta en la que se comprometían a actuar juntos contra la proliferación y el uso indebido de programas espía comerciales.