En Argentina, las personas mayores enfrentan una realidad marcada por la crisis económica y social. La pobreza, el desempleo, la inflación y los recortes al gasto público —incluidos aumentos en los haberes jubilatorios que no se condicen con el costo de vida y ajustes aplicados a los programas de asistencia— ponen  en riesgo sus derechos más básicos.

Frente a estas injusticias, muchas personas mayores no se resignan: se organizan, movilizan y salen a las calles para reclamar lo que les corresponde. Sus voces y sus luchas encarnan el espíritu de ¡Envejece con fuerza!: demostrar que nunca somos demasiado grandes para exigir dignidad, justicia y derechos humanos que duren toda la vida.

Esta web de la campaña ¡Envejece con fuerza! reúne crónicas, entrevistas y ensayos fotográficos que retratan las contradicciones de envejecer en Argentina: haber trabajado y aportado durante décadas y, sin embargo, sobrevivir con ingresos por debajo de la linea de pobreza; ser reprimidos mientras se exige un derecho elemental; enfrentar un sistema  que excluye incluso a quienes ya han enfrentado una vida de discriminación y malos tratos. Al mismo tiempo, aparece la comunidad como refugio frente al abandono y la urgencia de defender la libertad de elegir cómo vivir la última etapa de la vida.

Una campaña que recorre el mundo

En 2024, Amnistía Internacional lanzó la campaña global ¡Envejece con fuerza!, con un mensaje claro: los derechos humanos deben respetarse toda la vida.
En distintos países vemos cómo, a medida que las personas envejecen, sus derechos se vulneran y su dignidad es amenazada. Por eso, desde Pakistán hasta Argentina, estamos documentando sus historias. En Buenos Aires, junto a la fotógrafa Sarah Pabst y al videógrafo Tomás Francisco Cuesta, registramos cómo la crisis económica afecta a las personas mayores: pobreza, jubilaciones que no alcanzan y recortes que las empujan a salir a las calles.
¡Envejece con fuerza! busca cambiar actitudes, inspirar a todas las generaciones y exigir medidas urgentes contra el abandono,  los abusos y la discriminación por edad. Porque si queremos Envejecer con dignidad, debemos tomar desiciones hoy.