Maung Sawyeddollah, un joven rohinyá que soñaba con ser médico y disfrutaba jugando al fútbol, tuvo que huir de Myanmar en 2017 debido a la brutal limpieza étnica perpetrada por el ejército contra su comunidad. Él y su familia se refugiaron en Bangladesh y ahora lucha por la justicia y la educación, deseando convertirse en abogado. Sawyeddollah también está haciendo campaña para que Meta, la empresa dueña de Facebook, asuma la responsabilidad por su contribución a las atrocidades al haber amplificado la incitación al odio contra los rohinyás en la plataforma.
Junto a su comunidad, exige que Meta proporcione reparación efectiva, incluyendo el apoyo a programas educativos en Cox's Bazar, para ayudar a reconstruir las vidas destrozadas de las personas de su comunidad.