Harta de la falta de escuelas, empleo y oportunidades, Ana, madre de un niño y una niña de corta edad, recurrió a TikTok, donde se convirtió en la influencer “Neth Nahara”, donde comparte historias sobre su vida —tanto en los buenos momentos como en los malos— con sus seguidores y seguidoras.
En sus redes,
Neth animaba a las mujeres a procurarse educación y ganar independencia. El 12 de agosto de 2023, Neth apareció en directo en su canal de TikTok criticando abiertamente al presidente João Lourenço. Al día siguiente
fue detenida en su domicilio de Luanda, capital de Angola. Fue sometida a un juicio sumario, declarada culpable y condenada a seis meses de prisión, condena que aumentó a dos años el 27 de septiembre de 2023.
Las autoridades angoleñas hacen uso de una controvertida disposición legal (artículo 333 del Código Penal) para silenciar las voces críticas, como la de Neth. Dicha disposición fue aprobada durante la pandemia de COVID-19 —momento en que el pueblo angoleño salió a la calle para expresar su descontento con el liderazgo presidencial—, y
tipifica como delito los “insultos” al presidente. Neth y otras personas como ella son detenidas y maltratadas por atreverse a alzar la voz.
Durante los primeros ocho meses que Neth pasó detenida arbitrariamente, le negaron la medicación diaria que necesita para su tratamiento del VIH. Sólo después de repetidas solicitudes de sus abogados, le facilitaron por fin la medicación necesaria.
Pide a las autoridades angoleñas que liberen Neth Nahara de forma inmediata e incondicional y pueda reencontrarse con sus hijos.