Ante la noticia de que hoy está previsto que la activista de los derechos de las mujeres y de las personas trabajadoras Li Qiaochu se enfrente a juicio por el cargo de “incitar a la subversión del poder del Estado”, Sarah Brooks, directora del equipo de China de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Con la reanudación del juicio de Li Qiaochu, las autoridades chinas intentan dar legitimidad al hostigamiento y la detención de Li durante años para acallar su disidencia pacífica, con pruebas endebles que en todo caso sólo demostrarían su culpabilidad por asociación.
Desde 2019 ha sido detenida repetidamente por la policía. Primero se actuó contra ella sólo porque dirigía un blog en el que se publicaban artículos escritos por su pareja encarcelada, el destacado jurista Xu Zhiyong. Cuando, a pesar de ello, Li demostró la valentía inmensa de compartir públicamente detalles sobre los malos tratos infligidos a Xu bajo custodia, volvieron a castigarla.
El juicio de Li pone de relieve el entorno profundamente represivo que se cierne sobre toda persona que intenta defender los derechos Humanos en China, aunque sus actividades sean totalmente pacíficas y estén protegidas por el derecho internacional”.
"El juicio de Li pone de relieve el entorno profundamente represivo que se cierne sobre toda persona que intenta defender los derechos Humanos en China."
Sarah Brooks, directora del equipo de China de Amnistía Internacional
“Li no debería sufrir represalias por alzar su voz contra la tortura o publicar opiniones discrepantes de las del gobierno. Las autoridades chinas deben poner en marcha una investigación independiente sobre sus denuncias y garantizar que no vuelve a sufrir malos tratos, y asimismo deben permitirle ver a familiares, tener representación letrada de su elección y recibir asistencia médica adecuada.”
“Li Qiaochu está siendo juzgada sólo por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Debe quedar en libertad de inmediato y sin condiciones”.
Información complementaria
Está previsto que el juicio de Li Qiaochu por “incitar a la subversión del poder del Estado” comience el martes 19 de diciembre ante el Tribunal Popular de la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Linyi. Li se enfrenta a una condena de hasta cinco años de prisión o más si es considerada cabecilla de un movimiento; lleva detenida casi tres años. No está claro si el tribunal hará publica la sentencia.
Li es activista e investigadora y su trabajo se centra en los derechos de las mujeres y de las personas trabajadoras. Fue citada por la policía la primera vez el 31 de diciembre de 2019 y estuvo 24 horas recluida en dependencias del Departamento de Seguridad Pública de Pekín, donde fue interrogada sobre el paradero de su compañero Xu Zhiyong, quien había asistido a una reunión informal de activistas en la ciudad suroriental de Xiamen anteriormente en el mes.
Tras criticar por Internet el 9 de enero de 2020 el trato que había sufrido a manos de la policía, Li fue puesta bajo custodia el 16 de febrero de ese año y sometida a “vigilancia domiciliaria en un lugar designado”, medida que permite a los responsables de una investigación criminal mantener a personas recluidas hasta seis meses al margen del sistema de detención formal, por lo que es equiparable a detención secreta en régimen de incomunicación.
Puesta en libertad bajo fianza el 19 de junio de 2020, fue arrestada nuevamente el 14 de marzo de 2021 por el cargo de “incitar a la subversión del poder del Estado” tras haber tuiteado acerca de las duras condiciones del Centro de Detención de la Comarca de Linshu, donde Xu Zhiyong estaba detenido. Según el acta de acusación, Li fue acusada de “incitar a la subversión” porque “es la compañera de Xu Zhiyong y está profundamente influida por sus ideas subversivas” y porque había “difundido ideas subversivas” al ayudar a Xu a publicar sus “artículos subversivos” en Internet.
Antes de su juicio, Li permanecía recluida en un centro de detención en Linyi, provincia de Shandong, y su familia había expresado preocupación ante el deterioro de su salud mental.
El 10 de abril de 2023, su compañero, Xu Zhiyong, fue condenado a 14 años de prisión por “subversión del poder del Estado”.
Defensores y defensoras de los derechos humanos continúan sufriendo intimidación, acoso, detención arbitraria y tortura y otros malos tratos en China por defender los derechos humanos y ejercer su libertad de expresión y de asociación. El hostigamiento y la intimidación suelen extenderse a sus familiares y colegas de profesión. La comunidad internacional ha expresado su preocupación acerca del trato infligido a defensores y defensoras de los derechos humanos con antelación al cuarto Examen Periódico Universal de China por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tendrá lugar el 23 de enero.