Las autoridades ruandesas deben poner en libertad inmediata e incondicional a ocho miembros de la oposición política que están siendo juzgados por participar en una sesión de formación sobre acción no violenta y planificación de campañas, así como a un periodista que se enfrenta al procesamiento por planear cubrir uno de sus eventos. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional antes de la vista judicial prevista para hoy.
Los ocho políticos —miembros del partido político de oposición Desarrollo y Libertad para Todos (DALFA-Umurinzi)— y el periodista Théoneste Nsengimana, detenidos en octubre y diciembre de 2021, llevan tres años recluidos en espera de que comience su juicio. Mientras tanto, un noveno miembro de DALFA-Umurinzi está siendo procesado in absentia.
“Este juicio es una parodia de la justicia. Subraya hasta qué punto se criminaliza en Ruanda cualquier forma de disidencia pacífica. Nadie debe ser objeto de procesamiento por expresar pacíficamente sus opiniones”, ha manifestado Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral.
Este juicio es una parodia de la justicia. Subraya hasta qué punto se criminaliza en Ruanda cualquier forma de disidencia pacífica. Nadie debe ser objeto de procesamiento por expresar pacíficamente sus opiniones.
Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral
“Pasar tres años en prisión preventiva constituye un error judicial flagrante. Las nueve personas detenidas deben ser puestas en libertad inmediata e incondicional, ya que han sido privadas de libertad exclusivamente por el ejercicio pacífico de sus derechos humanos.”
“Cargos falsos”
La fiscalía pide penas de prisión que varían entre 20 años y cadena perpetua. A los miembros de la oposición se les acusa de planear y asistir a una sesión de formación sobre acción no violenta, basada en Blueprint for Revolution: How to Use Rice Pudding, Lego Men, and Other Nonviolent Techniques to Galvanize Communities, Overthrow Dictators, or Simply Change the World, un libro de Srđa Popović, líder del movimiento estudiantil que ayudó a derrocar al expresidente serbio Slobodan Milošević.
Al grupo se le acusa también de planear acciones destinadas a movilizar a la población y animar a la falta de cooperación, como por ejemplo el impago de impuestos. Según la fiscalía, los acusados planeaban iniciar las actividades en torno al 14 de octubre de 2021, día reconocido por los y las simpatizantes de la lideresa de oposición Victoire Ingabire como “Día de Ingabire”.
En lugar de recurrir a cargos falsos para inculcar el miedo, las autoridades ruandesas deben respetar el derecho de todas las personas a la libertad de expresión y de asociación, garantizado por la Constitución de Ruanda.
Tigere Chagutah
Los miembros de la oposición se enfrentan a cargos graves, como formar una asociación criminal o unirse a ella, conspirar para cometer un delito contra el poder de gobierno del presidente de la República, conspirar para provocar levantamientos y agitación entre la población, conspirar para atacar a las fuerzas de la ley y conspirar para organizar manifestaciones o reuniones públicas ilegales. Otro miembro de DALFA-Umurinzi ha sido acusado además de difundir información falsa o propaganda nociva destinada a provocar una opinión internacional hostil contra el gobierno de Ruanda, así como de publicar rumores.
El periodista Théoneste Nsengimana también se enfrenta a juicio junto con los miembros de DALFA-Umurinzi. Está acusado de formar una asociación criminal o unirse a ella y de publicar rumores. Había anunciado en su canal de televisión online que planeaba cubrir los eventos del Día de Ingabire.
“En lugar de recurrir a cargos falsos para inculcar el miedo, las autoridades ruandesas deben respetar el derecho de todas las personas a la libertad de expresión y de asociación, garantizado por la Constitución de Ruanda y por tratados de derechos humanos tales como la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en los que Ruanda es Estado Parte”, ha declarado Tigere Chagutah.
Información complementaria
La oposición política de Ruanda sigue sufriendo severas restricciones de su derecho a la libertad de expresión y de asociación, así como amenazas, detención arbitraria, procesamiento por cargos falsos, homicidio y desaparición forzada. Los medios de comunicación y la sociedad civil independientes también sufren ataques, intimidación, acoso y represalias por su trabajo. Estos actos de represión tienen un efecto disuasorio, sofocan el debate y reducen el espacio para el disfrute de otros derechos humanos en el país.