Yang Zhengjun, destacado activista de los derechos laborales, lleva recluido en régimen de incomunicación desde el 8 de enero de 2019. Redactor jefe de iLabour.net / “Nueva Generación” (Xinshengdai), sitio web independiente que informa sobre casos de derechos laborales, se cree que su detención forma parte de una campaña represiva de alcance nacional contra trabajadores y trabajadoras y contra los/as activistas y estudiantes que están apoyando los derechos laborales y la libertad de expresión en los campus universitarios de China. Sin acceso a sus familiares, ni a un abogado de la familia, existe gran preocupación por su bienestar físico y mental.

Yang Zhengjung tiene un título de maestría por la Universidad Minzu de China, en Pekín, y trabaja sin descanso para defender los derechos de trabajadores/as con neumoconiosis, enfermedad pulmonar causada por la inhalación de polvo. Junto con Wei Zhili y Ke Chengbing, dirigía iLabour.net, sitio web que promueve los derechos laborales, difunde información sobre leyes laborales e informa de casos relacionados con trabajadores/as. Tras la detención de Yang, Wei y Ke fueron igualmente detenidos en marzo y sometidos a “vigilancia domiciliaria en un lugar designado” por el mismo cargo en abril de 2019.

La “vigilancia domiciliaria en un lugar designado” es una medida que, en determinadas circunstancias, permite a los responsables de una investigación criminal retener a personas hasta seis meses al margen del sistema de detención formal, lo que puede equivaler a detención secreta en régimen de incomunicación.

La detención de los tres editores forma parte de una campaña represiva de alcance nacional contra trabajadores y trabajadoras y contra los/as activistas y estudiantes que están apoyando los derechos laborales y la libertad de expresión en los campus universitarios de China. La represión comenzó en julio de 2018, cuando 30 trabajadores de Jasic Technology Co Ltd —fabricante de equipo de soldadura de propiedad privada con sede en Shenzhen— intentaron formar su propio sindicato. Estudiantes universitarios de todo el país respaldaron las manifestaciones. La policía detuvo a los manifestantes pacíficos y a sus simpatizantes el 27 de julio de 2018. Tras la primera oleada de detenciones en julio, el 9 de noviembre de 2018 se llevaron a más de una docena de activistas sindicales y estudiantes que apoyaban a los trabajadores de Jasic. Entre ellos había personas licenciadas por la Universidad de Pekín, una de las más prestigiosas de China. Según la información publicada en medios de comunicación, uno de los estudiantes sufrió una paliza dentro del campus universitario a manos de un grupo de personas vestidas con ropa oscura, sin que el servicio de seguridad del campus hiciera nada para evitar que lo golpearan y se lo llevaran. Sigue sin conocerse el paradero de algunos estudiantes.

La represión se extendió también a las sociedades marxistas de las universidades, que estaban apoyando muy activamente las manifestaciones de trabajadores y trabajadoras en distintas partes del país. El 29 de abril de 2019 desaparecieron cinco estudiantes de la Sociedad Marxista de la Universidad de Pekín. Uno de los estudiantes que sigue en paradero desconocido, Qiu Zhanxuan, publicó un vídeo a principios de mayo en el que explicaba con detalle su experiencia de tortura y otros malos tratos bajo custodia a finales de abril. Según afirma en el vídeo, la policía lo abofeteó hasta que empezó a sangrar por la nariz y lo obligó a firmar una carta en la que declaraba su renuncia al derecho a recibir educación. En los últimos años, China promulgó leyes y normas para proteger los derechos laborales, pero su aplicación aún es deficiente. Según el Departamento Nacional de Estadística chino, sólo el 35% de los 281 millones de “trabajadores domésticos migrantes” tuvieron contrato de trabajo en 2016. A esto se une que están prohibidos los sindicatos independientes y la Federación de Sindicatos de Toda China es el único organismo que puede representar a los trabajadores y trabajadoras en el país. En las empresas, los sindicatos afiliados a esta federación suelen estar controlados por la dirección de los centros, lo cual limita mucho su capacidad de proteger los intereses de la plantilla.

 

Publicado el 29 de julio de 2019