“¿Por qué estoy en la cárcel? —se pregunta Bernardo—. Por denunciar lo que están haciendo con los ríos, por defender lo poco que queda.”
Bernardo Caal Xol lleva un pueblo entero en el corazón. Considera que su misión es empoderar a su gente, el pueblo indígena maya q'eqchi de la zona norte central de Guatemala, a través de su labor de enseñanza y de su liderazgo sindical.
Ha hecho todo lo que ha podido para proteger pacíficamente las tierras y los recursos naturales de su pueblo del saqueo y la pérdida de biodiversidad.
Por eso, Bernardo y su pueblo protestaron cuando una empresa autorizada por el gobierno represó el río Cahabón, en territorio maya q'eqchi, para construir dos centrales hidroeléctricas. Es uno de los ríos más largos de Guatemala, y tiene carácter sagrado para los mayas q'eqchi.
La construcción de las centrales eléctricas ya había despoblado sus bosques; y ahora iban a perder la preciada agua del río, tan necesaria para su supervivencia. Bernardo exigió que se paralizara la construcción de las centrales, alegando que las autoridades no habían consultado debidamente a su pueblo como exige el derecho internacional.
Pero con sus acciones se ganó la enemistad de la empresa y las élites económicas y políticas del país. Bernardo fue difamado con reiteradas acusaciones infundadas y, en 2018, condenado a más de siete años de cárcel tras ser declarado culpable sin ninguna prueba.
A pesar del contexto extremadamente difícil para los defensores de los derechos humanos en Guatemala, los operadores de justicia y las ONG, la presión local e internacional, incluida la campaña Escribe por los Derechos en 2021, han contribuido a amplificar la visibilidad del caso de Bernardo.
Finalmente, el 24 de marzo de 2022, Bernardo Caal Xol fue liberado del centro penitenciario de Cobán después de más de cuatro años. Los abogados del defensor informaron que el juez había ordenado su liberación por buena comportamiento el día anterior.